martes, 15 de diciembre de 2009

Afganistan..(un servidor,3)







Bueno una vez ya instalados, que nos costo lo nuestro, por que aparte de las tareas de limpieza y desinfección que no fueron pocas, había que protegerlo de los posibles ataques que posterior mente sufriríamos. Como podéis ver en las imágenes todas las ventanas, puertas y demás sitios visibles iban protegidos por sacos terreros que anterior mente habíamos llenado de tierra y tenia que ser tierra, no garbilla, ni con piedras, ya que con eso las balas que impactaran podrían salir despedidas y con mal formaciones, con lo que la tierra se supone que las atrapa, aun que yo no me quede nunca al lado para ver si la teoría era cierta.
Con todo eso llego mi primera guardia de noche, era una noche de luna clara, muy fría, cuando a las 4 de la mañana vino a despertarme mi relevo, ya solo al despertarme se notaba el frió, el vaho que salía de mi boca era casi tan espeso como la niebla que por el horizonte se divisaba, con mucho frió, casi temblando baje para mi puesto, cual fue la imagen que me esperaba que si no tenia bastante con el frió, encima empezaba a ver la cruda guerra. Apenas se escuchaba el ladrido de algún perro a lo lejos, en frente de mi las montañas de Tora Bora, donde ahí se producían las mas sangrientas batallas entre Talibanes y Estadounidenses, y desde luego os puedo asegurar que así era, ya que me pase toda esa noche impresionado viendo los fogonazos de los bombardeos que ahí se producían, desde luego era impactante, cuando estas en este mundo y sabes lo que es capaz de hacer una simple granada, ni imaginarme quería lo que esos fogonazos albergaban, era impresionante e insaciable, no pararon en toda la noche que yo estuve de guardia, para mi solo cabía pensar en que ojala no viniera para nosotros lo que estaba sucediendo a menos de 30 kilómetros de nuestro cuartel. Con ello el día solo dejo paso a los helicópteros del ejercito americano, que cuando iban para ya, era para llevar mas soldados condenados a la batalla para no saber si volverían a ver a sus familiares, mujer, hijos, amigos , etc...
La verdad es que el principio se hizo muy duro, todo lo que conllevaba estar ahí, saber en todo momento donde ivan los soldados que pasaban frente a tí, verles la cara de tristeza, miedo, impotencia, dirigiéndose a lo que posiblemente y siendo realistas seria el final de la mayoría de ellos, ¡¡uuufff!! os aseguro que no es plato de gusto para nadie cruzarse con ellos y mirarles a la cara.........

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Manolo, lo prometido es deuda.

Debe haber sido impresionante vivir esa experiencia. Si leyendo el artículo ya me impresiona, no quiero ni imaginar lo que tiene que ser estar ahí. De todas formas a nivel humano enriquece un montón.

Besos
Lorena.